Nuestro lechero, Steve, viene a traernos botellas de leche los lunes, miércoles y viernes (sí, como en los viejos tiempos en Inglaterra). A veces nos despistamos y acabamos con más cantidad de la que podemos consumir. Cuando esto sucede, hago arroz con leche o estos flanes de hoy, que son un postre simple pero que puede adornarse con multitud de complementos. A los niños les encanta con un poco de nata de espray encima (tiene que ser de espray) y para los invitados los podéis servir también acompañados de frambuesas y/o una galleta tipo shortbread como las que hicimos al principio del blog. En esta foto, el flan lleva un caramelo muy suave, que es como gusta en casa.
Ingredientes (salen de 6 a 8 flanes, dependiendo del tamaño de los moldes):
Para el caramelo:
100 g de azúcar
4 cucharadas de agua
Para el flan:
600 ml de leche entera
100 g azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
4 huevos grandes
Método:
– Para hacer el caramelo, poner el azúcar y el agua en un cazo y cocerlo a fuego medio, agitando el cazo por el mango (no revolver con cuchara), hasta que burbujee y tome un color ambarino (tarda unos minutos). Cuando llegue a este punto, retirarlo del fuego y repartirlo por las bases de los moldes.
– Para hacer los flanes, poner la leche en una olla con el azúcar y la vainilla y llevarlo a la ebullición, revolviendo con una cuchara de madera para disolver el azúcar. Si os apetece, podéis poner una corteza de limón o naranja para aromatizar.
– Cuando la leche arranque a hervir, la sacáis del fuego y dejáis que se enfríe unos 10 minutos. En un cuenco grande, batir los huevos ligeramente con un tenedor o un batidor de varillas. Posteriormente, sacar las cortezas de fruta de la leche (si habéis puesto) y, con un cucharón, ir vertiendo el líquido en el cuenco de los huevos, revolviendo bien para que quede todo muy bien mezclado. Repartir la mezcla por los moldes de los flanes.
– Precalentar el horno a 160ºC. Depositar los moldes en una bandeja de horno grande con bordes altos, que llenaréis hasta la mitad (de los moldes) de agua hirviendo. Hornear durante unos 25 minutos o hasta que los flanes estén cuajados.
– Sacar los moldes del agua y dejarlos enfriar; después, refrigerar en la nevera durante un mínimo de tres horas. Para servir, pasad un cuchillo alrededor del flan e invertir el molde en un plato. ¡Decorad al gusto!
Psssst!: los flanes aguantan bien varios días en el frigorífico, pero mejor tapadlos con papel transparente.