Galletas saladas de queso

Cheddar ShortiesEstas galletas de queso, saladas y algo picantes, son ideales para un aperitivo o para acompañar cócteles u otras bebidas. Se pueden hacer con antelación y se conservan bien durante tres o cuatro días en una lata o tarro bien cerrados y apartados del calor.

 

 

 

 

Ingredientes:

125 g de mantequilla sin sal, en cubos
150 g de harina
1/4 de cucharadita de sal
1/4 de cucharadita de pimiento molido de cayena (picante)
125 g de queso curado rallado (tipo Cheddar inglés)

Método:

– Mezclar la harina (tamizada para que no haga grumos), la sal y el pimiento de cayena en un bol grande. Incorporar los cubos de mantequilla, frotándolos y desmenuzándolos contra la harina con las puntas de los dedos, hasta obtener una combinación que parece algo así como serrín (es el mismo proceso que cuando se hace un ‘crumble’, receta más abajo). Añadir el queso rallado y revolver con una cuchara de metal o un cuchillo sin sierra.

– Precalentar el horno a 150ºC. Untar con mantequilla un molde cuadrado de 23 centímetros, o similar. Verter la mezcla que hemos preparado (es bastante seca) y aplastarla suavemente con las manos, hasta que quede bien repartida por el molde. Pinchar con cuidado con un palillo o un tenedor toda la superficie, para que el calor del horno penetre de forma homogénea.

– Hornear durante unos 35 minutos, o hasta que la masa esté dorada. Cuando la saquemos del horno, la cortaremos en cuadrados o triángulos cuando aún esté caliente, y luego la dejaremos enfriar unos diez minutos en el mismo molde. Después trasladaremos las galletas a una rejilla metálica para que acaben de enfriarse.

Cookies

cookieLas populares cookies son galletas a la americana, normalmente rellenas de pepitas de chocolate blanco o negro, frutos secos o ambas cosas. En inglés británico, a las galletas se las llama biscuits. Hay muchas recetas de cookies y muy buenas, pero hoy empezamos con esta que es sencilla y resultona. He añadido la opción de las nubes porque a los peques les encanta (y parece que a los adultos también). Ya veréis que cuando las tengáis dominadas, las haréis en un plis plas.

Ingredientes (salen unas 15):

125 g de mantequilla a temperatura ambiente
125 g de azúcar de caña fino
1 huevo batido
1 cucharada de leche
150 g de harina
1/2 cucharadita de levadura
100 g de pepitas de chocolate negro, con leche o blanco (o cortar una tableta a trocitos)
un puñado de nubes pequeñas -las que tengo yo son rosas y blancas- (opcional)

Método:

– Batir la mantequilla y el azúcar juntos hasta conseguir una textura cremosa, como de pomada.

– Añadir el huevo y la leche y seguir batiendo con el batidor de varillas.

– Añadir la harina (tamizarla con un colador) y la levadura y mezclarlo muy bien con una cuchara de metal. Esta masa es muy densa, así que hay que asegurarse de que la harina queda bien incorporada.

– Añadir las pepitas de chocolate al gusto y revolverlo todo hasta que quede bien combinado.

– Precalentar el horno a 180 ºC. Cubrir una bandeja de horno con papel de hornear. Dependiendo del tamaño de vuestra bandeja, tal vez tengáis que hacer las galletas en dos tandas.

– Con una cuchara de postre colmada, repartir bolas de masa por la bandeja, dejando una separación entre cada una de ellas para que no se junten al hornearse. Aplanar un poco las bolas e «incrustar» nubecitas en algunas de ellas.

– Hornear de 12 a 15 minutos, hasta que las cookies estén doradas pero no tostadas. Cuando las saquéis del horno, aún estarán algo blanditas en el centro. Dejadlas enfriar unos cinco minutos en la misma bandeja y luego ponedlas sobre una rejilla hasta que lleguen a temperatura ambiente. Estas galletas duran bastantes días si las guardáis en una lata bien cerrada.

Palmeras

PalmerasNo nos engañemos, cocinar con niños no es fácil, pero sí puede resultar muy entretenido (¡sobre todo para ellos!). En serio, yo creo que es una actividad que los padres debemos fomentar, pues no solo les aparta un rato de la tele sino que además les da una habilidad de por vida. Eso sí, no os compliquéis con recetas laboriosas: elegid cosas rápidas y sencillas que os podáis comer enseguida. Las palmeras (en este caso «palmeritas») son una buena receta para empezar. ¡Preparad todos los ingredientes y armaos de paciencia!

Ingredientes:

masa de hojaldre comprada, mejor de mantequilla que de grasa vegetal (suele venir en bloque o en láminas y normalmente no lleva azúcar)
70 g de mantequilla fundida
azúcar moreno de caña (o azúcar normal) para espolvorear
mermelada de albaricoque (opcional)

Método:

– Espolvorear bastante azúcar sobre el mármol de la cocina o en una mesa cubierta con un hule. Si la masa de hojaldre viene en bloque, ponerla encima del azúcar y allanarla con un rodillo hasta formar un rectángulo de unos 4 o 5 mm de grosor y unas dimensiones de unos 30 cm x 21 cm (dependiendo de la cantidad de masa). Si viene en lámina, ponerla encima del azúcar pero no hace falta allanar. No hay ni que decir que a los niños les encanta manejar el rodillo (no os preocupéis demasiado por las proporciones).

– Dejad a los peques que, con una brocha, unten con mantequilla (que habréis fundido en un cazo) la masa de hojaldre allanada. Hay que poner mantequilla sobre todo si la masa está hecha con grasa vegetal (ya que tiene poco sabor), aunque yo la unto en todos los casos.

– Espolvorear más azúcar encima de la masa allanada y untada.

– Ahora, dejad que las manitas de vuestros retoños hagan lo siguiente: tomar uno de los extremos alargados del rectángulo y enrollar la masa hasta el centro (del rectángulo). Tomar el otro extremo alargado y hacer lo mismo. Ahora ya tenéis la forma de las palmeras.

– Coger un cuchillo de sierra que corte bien y cortar el bloque de masa en una serie de «palmeras» de algo menos de 1 cm cada una. Irlas colocando en una bandeja plana de horno cubierta con papel de hornear.

– Volver a untar las palmeras con más mantequilla fundida y espolvorear de nuevo con azúcar. Hornear según las indicaciones del paquete de la masa: normalmente, suele ser unos 12 minutos a 220 ºC, pero podéis ir mirando pasados unos 9 o 10 minutos para que no se os quemen.

– Este toque final es opcional: en un cazo, poner una buena cucharada sopera de mermelada de albaricoque y calentarla unos minutos hasta que os quede bastante líquida. Ayudaos de una cuchara o de la misma brocha para deshacer los trozos de fruta. Cuando saquéis las palmeras del horno, las untáis con esta mermelada diluida. Si a vuestros hijos no les gusta el albaricoque, podéis untarlas con más mantequilla fundida mezclada con un poco de azúcar.

* Aunque parece que la receta lleva mucha mantequilla y azúcar, en realidad es necesario para dar a las palmeras el máximo sabor. Cuando lo hayáis probado una vez, podréis ajustar las cantidades a vuestro gusto.

A los niños les encanta comerse sus propias creaciones y estas «palmeritas» son irresistibles. ¡En mi casa no duran nada!

Shortbread

Scottish shortbreadEl shortbread son unas riquísimas galletas de mantequilla típicas de Escocia muy crujientes pero que al mismo tiempo se deshacen en la boca. Las habréis visto en venta en los aeropuertos británicos, en sus cajitas de cuadros escoceses.

Son rápidas de hacer y jamás decepcionan. El truco es que no se tuesten demasiado en el horno, ya que deben quedar de un color dorado pálido.

Ingredientes:

200 g de harina
50 g de harina de maíz (tipo Maizena)
175 g de mantequilla sin sal (mejor a temperatura ambiente)
75 g de azúcar superfino dorado (si no, azúcar normal)

Método:

– Batir en un recipiente grande la mantequilla con el azúcar hasta que quede una mezcla ligera y esponjosa.

– Tamizar las dos harinas en el bol sobre la mezcla de mantequilla. Mezclar bien y rápido para combinar todos los ingredientes (se puede empezar con un cuchillo sin sierra o una cuchara y acabar con las manos). Hacer una bola.

– Dividir la masa en dos trozos y espolvorear un poquito de harina sobre la encimera de la cocina. Con el rodillo, allanar cada uno de los trozos hasta hacer dos círculos de unos 18cm de diámetro (se puede usar un plato pequeño como referencia).

– Poner los dos círculos de masa en una bandeja plana de horno engrasada con un poco de mantequilla. Marcar el contorno de cada círculo con las púas de un tenedor, para que queden unas decorativas rayitas. Pinchar con el tenedor toda la masa para que queden unos agujeritos por donde pasará el calor.

– Precalentar el horno a 160 grados. Cuando esté a esta temperatura, introducir la bandeja con el shortbread y hornear durante unos 30 minutos o hasta que esté dorado.

– Cuando estén listos, sacarlos del horno, espolvorear un poco de azúcar por encima de cada círculo de galleta y cortarlos en segmentos (triángulos). Saldrán unos 16 en total. Dejar enfriar sobre una rejilla y ¡a comerrrr!

Otra opción: en lugar de hacerlos en círculos, la masa del shortbread se puede extender en una bandeja plana (si puede ser con un borde, para detener la expansión de la masa), hasta un grosor aprox. de un centímetro. Se pincha con el tenedor y, cuando se saca del horno, se corta en rectángulos en lugar de triángulos.

¿Sabías qué…?: el kilt, como se llama la tradicional falda escocesa, se originó en las Tierras Altas de Escocia en el siglo XVI, donde la llevaban los hombres y chicos jóvenes en general para festividades y en competiciones. Cada clan tenía su propio estampado de cuadros con diversas combinaciones de colores. Hoy en día el kilt es habitual en toda Escocia y hasta lo luce el príncipe Carlos, heredero al trono del Reino Unido, cuando va de visita. Un dato curioso: debajo de la falda, ¡no llevan ropa interior!