‘Cupcakes’ de cumpleaños

_MG_3617Los cupcakes, ese invento estadounidense que vistió de fiesta a la simple magdalena, siguen de moda años después de haber irrumpido con fuerza en el Reino Unido y el resto de Europa. Con su atractivo visual y su dulce sabor, suelen gustar a todo el mundo y en especial a los niños, por lo que son una receta infalible para los compromisos infantiles. Estos cupcakes de la foto están listos para ser llevados a la escuela y celebrar el cumpleaños de una pícara niña de 8 años.

Hot Cross Buns

Hot Cross Buns 2Estos bollos aromáticos y especiados son típicos de la Semana Santa en el Reino Unido. Se elaboran con una masa de pan a la que se añade canela, pasas y piel de naranja confitada, y se decoran con una cruz blanca que da origen a su nombre (el año próximo tendré que practicar la cruz, que se pinta con una masa líquida de agua y harina). Los «Hot Cross Buns» son deliciosos solos recién hechos y también al día siguiente ligeramente tostados con mantequilla. Como son muy laboriosos, ¡está bien que solamente se coman una vez al año!

Profiteroles

profiterolesLos profiteroles son mucho más fáciles de hacer de lo que parecen y, como también son bastante rápidos, son el postre ideal para una cena de última hora con amigos. Si se desea, se puede hacer la pasta el día antes y rellenarla en el último momento (más abajo os explico el truco). Yo los suelo rellenar de nata montada y después los cubro con salsa de chocolate.

Ingredientes:

Para la pasta ‘choux’:

150 ml agua fría
50 g mantequilla
75 g harina (tamizada)
2 huevos

Para la salsa de chocolate:

125 g chocolate negro, a trozos
25 g mantequilla
2 cucharadas soperas de sirope de caña de azúcar

Además, nata montada sin azúcar para el relleno.

Método:

– Para hacer la pasta, poner la mantequilla y el agua fría en un cazo de tamaño mediano y calentar a fuego lento hasta que la mantequilla se haya fundido. Entonces, subir el fuego y llevarlo rápidamente al punto de ebullición, darle un hervor.

– Retirar el cazo del fuego y echar de una vez toda la harina (tamizada para evitar grumos). Removerlo todo con una cuchara de madera hasta que quede bien mezclado.

– Dejar que esta masa se enfríe un par de minutos y añadir los huevos poco a poco, batiendo con la cuchara o con un batidor eléctrico de varillas, hasta que la masa quede fina y brillante.

– Precalentar el horno a 200ºC. Engrasar una bandeja de horno grande con mantequilla y rociar un poco de agua (esto generará vapor en el horno y ayudará a que la pasta choux suba).

– Con una cuchara no muy grande, depositar unas 12 bolas (del tamaño de una pelota de golf) de la masa sobre la bandeja. Hornear en el estante superior del horno durante 20-25 minutos, hasta que estén ligeramente doradas.

– Cuando las saquéis del horno, con un cuchillo hacer un pequeño corte en cada profiterol, para que salga el vapor (¡cuidado que quema!). Dejar que se enfríen.

Para hacer la salsa…

– Poner el chocolate, la mantequilla y el sirope de caña de azúcar en un bol sobre una olla con un poco de agua hirviendo, sin que el bol toque el agua. A fuego lento, dejar que el contenido del bol se funda (ir revolviendo con una cuchara de vez en cuando). Dejar enfriar un poco la salsa.

Para montar el postre: poner una cucharada de nata montada en cada profiterol (esto puede hacerse también con manga pastelera) y, con una cuchara, verter salsa por encima de cada uno de ellos.

Truquillo: si habéis hecho la masa el día anterior, es normal que se haya ablandado un poco. Para devolverle su textura, calentar el horno a 200ºC y hornearlas durante unos 5 minutos más.

‘Muffins’ de naranja e higos

01 Muffins naranja e higosEsta es una receta ideal para hacer cuando es temporada de higos. Son unas magdalenas muy originales, con un sabor exquisito y preciosa apariencia. Para mejorar la presentación, haced vosotros mismos las bases de papel. Para ello, coged papel de horno y recortad cuadrados de aproximadamente 12 x 12 cm. Estos cuadrados se ponen en cada uno de los agujeros del molde para hacer muffins. El número de pastelitos que os saldrá dependerá de cuánto llenéis cada cavidad, en principio entre 8 y 10. Si os apetece, servidlas con té o café.

Ingredientes:

175 g mantequilla, a temperatura ambiente
175 g azúcar fino
4 huevos, batidos
175 g harina leudante
raspadura y zumo de una naranja
200 g higos frescos (quitadles el rabito y los cortáis a trozos), más otro higo entero
2 cucharadas de miel clara

Método:

– En un bol grande, batir la mantequilla con el azúcar (se puede hacer con la batidora eléctrica), hasta formar una mezcla ligera y de color pálido, con una textura como de pomada.

– Añadir los huevos poco a poco e ir batiendo. Si se os hacen grumos, podéis añadir una cucharada de harina para disolverlos, aunque no importa mucho. Agregar y mezclar con una cuchara la harina restante así como la raspadura de la naranja. Añadir los trozos de higo y revolver con cuidado para que queden bien distribuidos.

– Repartir la masa entre los agujeros del molde de magdalenas que hemos forrado con nuestros tulipanes de papel. Cortar el higo entero que nos queda en finas cuñas o segmentos y depositar un segmento sobre cada uno de los muffins.

– Precalentar el horno a 180ºC. Hornear las magdalenas durante unos 35-40 minutos (comprobad a los 35 minutos), hasta que estén doradas y un palillo insertado en el centro salga limpio (y no con masa aún líquida enganchada).

– Mientras tanto, calentar el zumo de naranja con la miel y mezclar bien. Cuando las magdalenas estén hechas, repartir cucharadas del zumo con la miel sobre cada una de ellas. Dejad enfriar estos muffins en el mismo molde durante unos 20 minutos, antes de ponerlos sobre una rejilla para que acaben de enfriarse. Si los guardáis en una lata bien cerrada, os durarán varios días.

¿Sabías qué…? En esta receta, por «magdalena» entendemos el muffin americano, es decir, una magdalena gigante. No se debe confundir con la más delicada madeleine francesa. Los moldes para hacer muffins suelen tener doce agujeros de unos 2,5 cm o más de profundidad.

Happy Xmas!

Almond mince piesEn Navidad en el Reino Unido, no pueden faltar las ‘mince pies’, unos tradicionales pastelitos rellenos de una deliciosa confitura de frutos secos. Este año las he hecho «de lujo», cubiertas de pasta de almendra, y nos las comeremos en familia en las Midlands o región central de Inglaterra. Desde la tierra de la lluvia y el pavo navideño, os deseamos a todos Felices Fiestas y un Próspero Año Nuevo, lleno de salud, trabajo y mucha diversión. Merry Xmas… and a Happy New Year!

Magdalenas de jengibre y ‘toffee’

magdalenas de gengibre y toffeeEncontré esta receta en el periódico semanal de un supermercado británico (de lujo, eso sí) y me pareció una combinación tan curiosa que sin dudarlo la probé. Y ahora os la paso a vosotros porque, en mi opinión, el resultado es espectacular. El ligero sabor a jengibre del bizcocho combinado con el dulce y cremoso toffee de la cobertura hace de estos muffins un postre muy original.

Ingredientes (para unas 12 magdalenas):

100 g de mantequilla a temperatura ambiente
100 g de azúcar moreno extramolido
1 cucharadita de jengibre molido
1 cucharadita de extracto de vainilla
25 g de sirope de caña de azúcar
100 g de harina leudante, tamizada
2 huevos batidos

Para la cobertura:

25 g de mantequilla
50 g de azúcar moreno extramolido
2 cucharadas de crema de leche
100 g de azúcar glas

Método:

– Batir la mantequilla y el azúcar hasta conseguir una textura de pomada. Incorporar el jengibre, la vainilla y el sirope de caña de azúcar y batirlo todo bien.

– Añadir los huevos alternando con la harina e ir mezclando bien la masa hasta que esté todo bien incorporado (se puede hacer con la batidora).

– Precalentar el horno a 200ºC. En un molde con doce agujeros, poner papeles de magdalenas. Repartir la masa con una cuchara y hornear durante unos 15 o 20 minutos, hasta que los muffins hayan subido y estén dorados. Un palillo insertado debe salir seco. Ponerlos a enfriar sobre una rejilla.

– Para hacer la cobertura:

Fundir la mantequilla y el azúcar moreno en un cazo pequeño. Cuando empiece a hervir, añadir la crema de leche y dejar que hierva a fuego muy bajo durante unos 5 minutos.

Después, retirar del fuego y añadir el azúcar glas, batiendo la mezcla hasta que quede fina. Si veis que está demasiado sólida, añadir alguna cucharadita de agua hirviendo y volver a batir. La textura final es un poco al gusto, más espesa o más líquida, está bueno igual.

Ahora hay que repartir esta deliciosa cobertura por encima de las magdalenas: si os ha quedado más líquida, goteará por los lados, pero es un efecto que también queda bonito.

Pistas: por si acaso compráis por internet o en tiendas extranjeras, aquí os digo los nombres de algunos ingredientes en inglés:

azúcar moreno extramolido: light brown soft sugar
sirope de caña de azúcar: golden syrup
harina leudante: self-raising flour

Pancakes

pancakesLas pancakes, o tortitas, son uno de los desayunos favoritos de las peques de la casa (¡y tampoco conozco a ningún adulto al que no le gusten!). Las hago algún domingo y en ocasiones especiales, ya que, aunque no son difíciles de elaborar, sí llevan su tiempo. También se puede preparar la mezcla con antelación y añadir solo la mantequilla fundida en el momento de cocinarlas. Los estadounidenses y los británicos, así como los canadienses o los australianos, tienen su propia manera de hacer las pancakes, pero la receta que os doy es bastante universal. Si os levantáis con espíritu generoso, podéis pedir a los niños que os ayuden (les encanta cascar los huevos y revolver la masa)…

Ingredientes (salen 20 o 30, según el tamaño):

300 g de harina
2 cucharaditas de levadura
1 cucharadita de bicarbonato
2 huevos
500 ml mitad yogur y mitad leche
2 cucharadas soperas de azúcar
60 g de mantequilla fundida en un cazo

Método:

– Poner todos los ingredientes en un cuenco grande menos la mantequilla fundida y batirlos con la batidora hasta obtener una masa bastante líquida y sin grumos. Para facilitar el trabajo, se puede empezar por los huevos con el azúcar y añadir la harina con la levadura y el bicarbonato para acabar con la mezcla de yogur y leche.

– agregar y mezclar bien la mantequilla fundida justo antes de empezar a prepararlas.

– para cocinarlas, necesitáis una sartén antiadherente mediana o una sartén especial para pancakes, que es como las otras pero con el borde más bajo y muy plana.

Calentar la sartén y engrasarla con un poco de mantequilla, pasando un papel de cocina por encima para que solo quede una pátina fina. Utilizar este papel con la mantequilla para ir engrasando la sartén de vez en cuando.

Sobre la sartén caliente (colocada en el fogón), verter una cucharada de la masa con un cucharón, intentando que quede con forma redonda.

Dejar cocer el redondel durante un par de minutos, hasta que se formen un montón de agujeritos o burbujas de aire. Con una espátula, dar la vuelta a la masa para que se cueza del otro lado, más o menos un minuto, hasta que la tortita quede dorada.

Repetir el proceso hasta que terminéis la masa. Las tortitas se pueden ir apilando en un plato, pero cubridlas con un trapo limpio para que se mantengan calientes.

Cómo se comen: pues de muchas maneras… Nosotros las tomamos con un poco de mantequilla y miel, mermelada o nutella (nocilla).  Los canadienses las cubren con sirope de arce y también están buenísimas, mientras que hay gente que se las come con huevos y beicon, aunque en ese caso -si las vais a comer saladas- no le echéis tanto azúcar al preparar la masa.

Los truquillos:

– la receta original emplea buttermilk, una especie de yogur líquido que utilizan mucho los irlandeses, entre otros. Si no lo encontráis, un buen sustituto es mezclar la leche y el yogur como os he indicado más arriba.

– el principal problema de las pancakes es que, al irse recalentando la sartén, os queden demasiado ennegrecidas o quemadas. Para evitarlo, podéis hacer dos cosas: ir engrasando el fondo con el papel empapado de mantequilla y apartar la sartén del fogón durante varios segundos cuando veáis que está demasiado caliente.

– en el caso altamente improbable de que os sobren, se pueden congelar.

Y para terminar…: ¿os habéis dado cuenta de que me he cortado el pelo?

Brownies

browniesLos brownies son norteamericanos en origen, pero desde hace unos años se han popularizado en todo el mundo. Si os gusta el chocolate (y a mí me encanta), es una de las recetas más útiles que existen, pues son muy rápidos de hacer y el resultado es delicioso. Dentro les podéis echar nueces, avellanas o trocitos de chocolate blanco, según os apetezca. También los podéis espolvorear con azúcar glas. Hay muchas versiones, pero esta es una de mis favoritas.

 

Ingredientes:

250 g de mantequilla
275 g de chocolate negro (70 % cacao)
275 g azúcar molido (o normal)
3 huevos grandes
1 cucharadita de extracto de vainilla
225 g harina
un pellizquito de sal
150 g de nueces (opcional)

Método:

– Deshacer la mantequilla y el chocolate en un cazo, a fuego muy lento y revolviendo de vez en cuando con una cuchara de madera para que no se queme. Cuando esté todo fundido y bien mezclado, apartar del fuego y dejar enfriar un poco.

– En un cuenco, batir los huevos, el azúcar y la vainilla hasta que la mezcla se vuelva pálida y ligera. Yo lo empiezo con la batidora y remato con las varillas para que coja aire.

– Verter la mezcla de chocolate en la de los huevos y el azúcar. Batirlo todo bien con la batidora de varillas o las varillas manuales.

– Mezclar la harina tamizada y la sal con una cuchara de metal, hasta que esté todo bien combinado. Echar las nueces y revolver bien.

– Precalentar el horno a 180 ºC. Untar con mantequilla y cubrir con papel de hornear la base de un molde cuadrado de 23 cm x 23 cm. Verter la masa en el interior.

– Hornear entre 22 y 25 minutos, dependiendo de la potencia de vuestro horno. Los brownies deben quedar firmes por fuera pero algo húmeros en el interior. Podéis comprobar el punto de cocción con un palillo. Cuando estén listos, los dejáis unos minutos en el molde y después los ponéis a enfriar sobre una rejilla. Cuando estén templados, les quitáis el papel de hornear de la base y los cortáis en cuadraditos.

Una pista: Para cogerles el punto, tal vez tengáis que practicar un par de veces, pero no importa, están buenísimos de todas formas. Yo los sirvo con nata montada o líquida.

Palmeras

PalmerasNo nos engañemos, cocinar con niños no es fácil, pero sí puede resultar muy entretenido (¡sobre todo para ellos!). En serio, yo creo que es una actividad que los padres debemos fomentar, pues no solo les aparta un rato de la tele sino que además les da una habilidad de por vida. Eso sí, no os compliquéis con recetas laboriosas: elegid cosas rápidas y sencillas que os podáis comer enseguida. Las palmeras (en este caso «palmeritas») son una buena receta para empezar. ¡Preparad todos los ingredientes y armaos de paciencia!

Ingredientes:

masa de hojaldre comprada, mejor de mantequilla que de grasa vegetal (suele venir en bloque o en láminas y normalmente no lleva azúcar)
70 g de mantequilla fundida
azúcar moreno de caña (o azúcar normal) para espolvorear
mermelada de albaricoque (opcional)

Método:

– Espolvorear bastante azúcar sobre el mármol de la cocina o en una mesa cubierta con un hule. Si la masa de hojaldre viene en bloque, ponerla encima del azúcar y allanarla con un rodillo hasta formar un rectángulo de unos 4 o 5 mm de grosor y unas dimensiones de unos 30 cm x 21 cm (dependiendo de la cantidad de masa). Si viene en lámina, ponerla encima del azúcar pero no hace falta allanar. No hay ni que decir que a los niños les encanta manejar el rodillo (no os preocupéis demasiado por las proporciones).

– Dejad a los peques que, con una brocha, unten con mantequilla (que habréis fundido en un cazo) la masa de hojaldre allanada. Hay que poner mantequilla sobre todo si la masa está hecha con grasa vegetal (ya que tiene poco sabor), aunque yo la unto en todos los casos.

– Espolvorear más azúcar encima de la masa allanada y untada.

– Ahora, dejad que las manitas de vuestros retoños hagan lo siguiente: tomar uno de los extremos alargados del rectángulo y enrollar la masa hasta el centro (del rectángulo). Tomar el otro extremo alargado y hacer lo mismo. Ahora ya tenéis la forma de las palmeras.

– Coger un cuchillo de sierra que corte bien y cortar el bloque de masa en una serie de «palmeras» de algo menos de 1 cm cada una. Irlas colocando en una bandeja plana de horno cubierta con papel de hornear.

– Volver a untar las palmeras con más mantequilla fundida y espolvorear de nuevo con azúcar. Hornear según las indicaciones del paquete de la masa: normalmente, suele ser unos 12 minutos a 220 ºC, pero podéis ir mirando pasados unos 9 o 10 minutos para que no se os quemen.

– Este toque final es opcional: en un cazo, poner una buena cucharada sopera de mermelada de albaricoque y calentarla unos minutos hasta que os quede bastante líquida. Ayudaos de una cuchara o de la misma brocha para deshacer los trozos de fruta. Cuando saquéis las palmeras del horno, las untáis con esta mermelada diluida. Si a vuestros hijos no les gusta el albaricoque, podéis untarlas con más mantequilla fundida mezclada con un poco de azúcar.

* Aunque parece que la receta lleva mucha mantequilla y azúcar, en realidad es necesario para dar a las palmeras el máximo sabor. Cuando lo hayáis probado una vez, podréis ajustar las cantidades a vuestro gusto.

A los niños les encanta comerse sus propias creaciones y estas «palmeritas» son irresistibles. ¡En mi casa no duran nada!

Magdalenas de arándanos (Blueberry muffins)

Las magdalenas de arándanos o blueberry muffins son de origen americano. De hecho, blueberrymuffin2lo son todas las magdalenas llamadas muffins, ya que en el inglés británico a ese tipo de pastelito se lo conoce como fairy cake (o pastel de hadas).

En cualquier caso, estas magdalenas son buenísimas, con su jugosa combinación de bizcocho y fruta. Cuando muerdas los muffins recién salidos del horno, verás que en su interior los arándanos han explotado, vertiendo su pulpa oscura y aterciopelada. Suena dramático pero están para chuparse los dedos.

Ingredientes (salen unas 12):

250 g de harina
2 cucharaditas de café de levadura
1/4 de cucharadita de café de sal
65 g de mantequilla (mejor a temperatura ambiente)
125 g de azúcar
2 huevos
1 cucharadita de café de extracto de vainilla
125 ml de leche
200 g de arándanos

Método:

– En un cuenco grande, mezclar la mantequilla con el azúcar hasta obtener una textura cremosa, como de pomada (yo lo hago con la batidora o minipímer). Añadir la vainilla y batir un poco más.

– Agregar los huevos uno por uno y seguir batiendo, primero con la batidora normal y luego rematado, si es posible, con la batidora de varillas. A veces se hacen grumos, pero no importa demasiado. En este punto la mezcla ya sabe deliciosa (todo buen cocinero va probando sus recetas, ¿no?).

– Mezclar la harina, la levadura y la sal en otro cuenco. Tamizarlo en el bol que contiene la mezcla de mantequilla.

– Con una cuchara de metal, revolver todos los ingredientes al tiempo que se va vertiendo la leche. La harina debe quedar perfectamente integrada. Introducir los arándanos y mezclar con cuidado.

– Poner papelitos de magdalenas en un molde con doce agujeros. Repartir la masa por todos ellos y espolvorear cada uno de los muffins con azúcar moreno grueso (esto no es imprescindible, pero a mí me gusta el toque).

– Precalentar el horno a 180 ºC y hornear de 20 a 25 minutos, hasta que las magdalenas hayan subido y estén doradas. Comprobar con un palillo que el bizcocho esté hecho (el palillo debe salir seco, aunque puede estar manchado por el azul de los arándanos). Están de muerte.

¿Sabías qué…? En el Reino Unido, tradicionalmente se conoce como muffins no a las magdalenas (que se llaman -o se llamaban- fairy cakes) sino a unos panecillos redondos y planos que se comen en el desayuno. Los muffins ingleses están deliciosos tostados y untados con mantequilla y mermelada o con huevos revueltos por encima (no dejéis de probarlos si venís a este país). Da fe de su centenaria existencia una antigua canción infantil:

«Do you know the muffin man,
The muffin man, the muffin man
Do you know the muffin man,
Who lives in Drury Lane? (…)»